CASTILLA-LA MANCHA

No es cumplir un acuerdo, sino practicar una venganza



Cuando iniciamos en Azuqueca la reivindicación del segundo Centro de Salud a Cospedal habían ocurrido cosas determinantes que llevaron a efectuar acciones contundentes. Lo primero que ocurrió es que había unas obras en marcha iniciadas por el Gobierno del PSOE que fueron paralizadas cuando llegó el PP al gobierno de Castilla-La Mancha.

Lo segundo que pasó es que, cuando llamé y escribí (numerosas veces) a la presidenta de Castilla-La Mancha para tratar de explicarle la necesidad que tenía Azuqueca de ese centro de salud, nunca encontré a nadie al otro lado. Jamás me cogieron el teléfono, ni respondieron a las decenas de cartas certificadas que envié como alcalde a la presidenta de Castilla-La Mancha.

Lo tercero que aconteció, y esto fue el colmo, es que nos enteramos  por casualidad de que Cospedal (por un error del PP Azuqueca que leyó en pleno un acuerdo del gobierno de CLM) no sólo había parado las obras del centro de salud, sino que había tratado de deshacerse de ese edificio endosándoselo al Estado Central para que nunca jamás pudiera albergar una infraestructura sanitaria.

Y pasaron más cosas. Pasó también que, cuando las asociaciones sanitarias y la ciudadanía en general se sumó a la reivindicación, el PP nos llamó payasos y palmeros.

Y que los carteles, las manifestaciones o los viajes a Toledo no sirvieron para mover un ápice la decisión del Gobierno de Cospedal de dejar a Azuqueca sin centro de salud. No se iba a hacer porque decían que era absolutamente innecesario.

En la campaña electoral, el entonces candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se comprometió públicamente a que, si gobernaba, Azuqueca tendría el segundo centro de salud que nos hurtó Cospedal en esta legislatura. Ganó las elecciones y, entre las múltiples acciones a llevar a cabo para revertir los recortes brutales de los cuatro años de Gobierno del PP, siempre ha estado la construcción del centro de salud de Azuqueca.

Tal es así que el DOCM publicó en diciembre la licitación de las obras. Sí, en diciembre de 2017, cuatro meses después de lo que habría sido posible sí Podemos no hubiera bloqueado el presupuesto del gobierno regional. En 2016 no se pudo hacer porque simple y llanamente, el poco dinero que había debía destinarse a pagar prioridades sociales como los servicios sociales, comedores escolares, planes de empleo y todas las cosas que necesitaba la ciudadanía de Castilla-La Mancha y a la que Cospedal dijo siempre no. Así que en el primer presupuesto que se pudo, en el de 2017, se tramitó. 

Ahora, en febrero de 2018, son nueve las empresas que se han presentado al concurso y actualmente se están recibiendo las ofertas para contratar la obra, que se adjudicará en un mes y pico, comenzando las obras inmediatamente después, tras cumplir los plazos y requisitos legales que no dependen de un gobierno, sino que todos debemos cumplir.

Y en este escenario, el alcalde da hoy orden de colocar un cartel en el Centro de Especialidades de Azuqueca reclamando a Emiliano García-Page el segundo centro de salud. Lo hace amparándose en una resolución del Pleno de finales de octubre de 2017, pero lo hace después de que la obra esté licitada y que lo único que puede hacer el Gobierno es cumplir los plazos. Ciertamente, se me escapa el objetivo de reclamar algo que ya está conseguido y que se ha hecho, no por las reivindicaciones sociales, si no por el convencimiento del presidente de que Azuqueca tiene que tener ese centro de salud. No ha habido que presionar, ni insistir, ni reivindicar. Se va a hacer porque el Presidente lo quiere hacer, aunque hay quien está interesado en apuntarse el tanto que no le corresponde.

Puedo llegar a entender que la oposición en el Ayuntamiento de Azuqueca quiera reescribir la historia. Que quiera que cale la idea de que Cospedal y Page son lo mismo. Ese es el discurso perpetuo de Ahora (IU) que vive obsesionada en que somos iguales los que levantamos la sanidad y la educación que los que la destruyen. Que solo ellos son la izquierda. Y los demás unos traidores. Anguita y las dos orillas. 

Y también es el empeño del PP. Si consiguen engañar a la sociedad diciendo que ellos son iguales que el PSOE podrían rascar unos votos que les serviría para volver a gobernar y poder desmantelar la sanidad pública, pues es eso lo que pretenden tras intentar privatizarla sin éxito en la pasada legislatura con Cospedal al mando. 

No es de extrañar que el PP y su compañía tengan interés en confundir a la ciudadanía para conseguir un puñado de votos. Pero, ¿y el alcalde? ¿cómo es posible que se preste a poner un cartel reivindicando un centro de salud a quien ya ha iniciado los trámites para construirlo, como el mismo sabe? (adjunto enlaces de prensa poco sospechosa de próxima al gobierno socialista de Castilla-La Mancha donde se puede comprobar).  



Para quienes digan que es un acuerdo de Pleno, aclararé que ese acuerdo ha quedado superado por el devenir de los actos de la Junta en fechas posteriores a su materialización. Antes de ese acuerdo, el centro de salud de Azuqueca se incluyó con presupuesto en las cuentas de 2017 y 2018 y después, esta es la clave, del Pleno de octubre, tal y como estaba previsto, se licitó la obra (diciembre). Es decir, el centro de salud está ya en proceso de construcción. Voy a obviar el porcentaje de mociones aprobadas en Pleno (con voto a favor o en contra del equipo de Gobierno) que se incumplen en Azuqueca. Ya se encarga la oposición de recordarlo frecuentemente.  Todo el mundo sabe que no expreso mis opiniones públicamente sobre cuestiones relativas a la gestión municipal desde que no soy alcalde, aunque tengo mi opinión al respecto. Tampoco manifiesto mi parecer sobre cuestiones relativas a la participación y al respeto de la voluntad de la ciudadanía expresada en pleno ni en consejos u órganos municipales que se crearon en la etapa en la que era alcalde y de los que hoy nada se sabe. 

Hoy, indignado por lo que es evidentemente un acto de venganza disfrazado de otra cosa, hago una excepción para expresar mi malestar ante esta falsificación de la realidad que tiene como objetivo exigirle a Page lo que Page ya ha demostrado que va a hacer. Qué gran negocio para el PP este cartel. Ya han conseguido, en cinco minutos, lo que llevan años intentando con mentiras y trampas de todo tipo. Ya tienen su venganza. Pero no solo ellos 

PD: comparar el cartel que exige a Rajoy que abra el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social con este asunto es insultar a la inteligencia de la ciudadanía informada. Rajoy no contesta, no expresa la mínima voluntad de cumplir con su obligación. Mientras, Page va a abrir el 2º Centro de Salud como, cualquiera que siga la prensa, sabe. Entiendo que se trata de una estrategia interesante para quienes insisten en igualar al PP y al PSOE aunque seamos diametralmente opuestos. Pero más allá de eso es sencillamente obsceno.

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